En primer lugar y después de haber apurado la espera por si volvían los contactos, he de certificar la defunción de Niebla, como recordaréis los seguidores de este blog una vez que cruzó la frontera sur de Marruecos con Argelia y se adentró unos kilómetros, se perdió el contacto para siempre con el ave. Como ya me informó el compañero Manuel Vázquez, anillador de la Estación Biológica de Doñaña, la mortalidad juvenil del cernícalo vulgar es muy alta y los marcajes con los dispositivos lo están demostrando.
El primer día fue el pasado 4 agosto y después de estar dando vueltas todo el día no hubo suerte y no pude anillar ningún cernícalo. El comienzo de la campaña empezó coincidiendo con una ola de calor y levante que aquí en Ceuta se presenta con una alta humedad relativa en el ambiente.
El día 5 fué fiesta local y para evitar en lo posible la presencia de personas por el monte, tanto festivos como los sábados no salgo al campo.
El miércoles 6, se apuntó el compañero José Navarrete que podía estar hasta el mediodía acompañándome y gracias a que tiene un vehículo todocamino pudé transitar algunas pistas que discurren por detrás de la torre de Mendizabal y que con mi coche no puedo visitar, allí estuvimos un rato intentando capturar algún joven, seguramente de los nacidos en la torre, no hubo suerte, estaban bastante pendientes de las cigarras.
Prácticamente en el camino de vuelta y ya entrando en la ciudad, localizamos uno posado en una farola a la entrada de una barriada del monte Hacho, ponemos la trampa en la misma acera, afortunadamente el cernícalo estaba muy acostumbrado al trasiego de personas y vehículos. Aguantó en la farola y finalmente se tiró a la acera y acabó enganchándose.
Por la tarde, ya solo, mejoró la jornada con tres capturas más.
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