Tres días intensos de cernicaleo…...

Aunque ocurrió en el mes de Agosto, esta ha sido una de las experiencias mas interesantes que he tenido en los últimos años, todo sucedió después de conocer la petición de colaboración que hacía José Carrillo Hidalgo, investigador-colaborador de la Universidad de La Laguna, Santa Cruz de Tenerife en un estudio genético de los Cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) en el sur del Paleártico occidental (archipiélagos macaronésicos, norte de África, península Ibérica, islas mediterráneas occidentales). Con esta investigación José, intenta averiguar cuándo se estableció F. tinnunculus en Canarias, proximidad o lejanía genética entre las subespecies, y si colonizó Canarias procedente de Iberia y/o el norte de África, además del parentesco genético entre las poblaciones objeto de estudio. Interesado, le expresé mi deseo de ayudarle en dicho estudio, me dijo que necesitaba entre 20 y 30 muestras de sangre de Cernícalos locales de la población de aves del norte de África y tras un intercambio de e-mails quedamos en que estaría en Ceuta los días 9, 10 y 11 de Agosto para intentar conseguir el mayor número de muestras posibles. Estos días también colaboró con nosotros Alfonso Espinosa Ramírez, aficionado a las rapaces.

De izquierda a derecha: Antonio J. Cambelo Jiménez, Alfonso Espinosa Ramírez y José Carrillo

Primer día.

Este día me decidí por el Monte Hacho, por su mayor densidad de población de cernícalos y la mayor cantidad de capturas obtenidas por mi en los años que llevo dedicándome a la especie. Vimos varios grupos familiares pero las aves se movían mucho, permaneciendo mucho tiempo en vuelo y no se pudo capturar a lo largo de la mañana ningún ave. El asunto empezaba mal……

Por la tarde cambiamos de lugar y probamos en las lomas de debajo del Mirador de Isabel II y conseguíamos capturar 2 Cernícalos jóvenes del año. José me enseño entonces como extraía la sangre las aves, dejándome boquiabierto con su destreza, precisión y pulso, pinchando una vena (la braquial situada en la parte interior del ala) tan pequeña. Así terminaba la primera jornada. El autor del articulo y José Carrillo al fondo.

Toma de muestras de sangre

Segundo día.

Volvemos a intentar en el Monte Hacho y esta vez la cosa va mejor los jóvenes están cazando cigarras desde los pinos y obtenemos buenos resultados en la Vaguada de la Potabilizadora con cuatro capturas, una de las veces con dos Cernícalos cogidos en la misma trampa.

Por la tarde seguimos por el Monte Hacho y conseguimos dos nuevas capturas. La segunda jornada termina con seis capturas.

Tercer día.

La última jornada lo intentamos en el campo exterior, concretamente en las laderas debajo del Mirador Isabel II, este día y en este lugar, llegamos a contabilizar hasta 22 aves, desgraciadamente los cernícalos se movían por la mitad de la ladera, un sitio difícil. Por la tarde fuimos a sacar muestras de sangre a dos Cernícalos que habían sido llevados a las instalaciones de Obimasa (encargada de la recuperación de fauna silvestre en Ceuta) y que tenía en deposito Alfonso. Además, José consiguió una muestra de musculo pectoral de un Cernícalo macho encontrado en muy malas condiciones en el Parque de San Amaro que murió al poco tiempo y lo tenía guardado congelado para que pudiera extraer la muestra y otra muestra de sangre de un pollo volantón que se encontró vivo y en buenas condiciones en la Avda. de Otero y fue depositado también en Obimasa. Le extrajo la muestra de sangre el veterinario Alfonso Morey Díaz y que yo tenía guardada. Al final, se consiguieron 14 muestras, que no esta nada mal.

Impresiones.

Normalmente entre las personas que comparten las mismas aficiones, surge un fuerte sentimiento de afinidad y que hace que parezca que conoces a la persona desde hace mucho tiempo, esto nos sucedió con José, así desde el primer momento nos sentimos confianza y amistad. Además, esta la experiencia del intercambio de conocimientos sobre el anillamiento y el comportamiento de los cernícalos, comparando los de canarias, con los norteafricanos. Variaciones de plumajes, comportamiento, etc., siempre es gratificante y más para los que anillamos en Ceuta, que siempre tenemos la sensación de aislamiento con respecto a lo que se cuece en la Península.